Deontología periodística

 

El periodismo, ese cuarto poder llamado así por Burke, tiene un fuerte compromiso ético y deontológico en su ejercicio. ¿Lo conoces en toda su intensidad?


Hoy, en un mundo digital, donde junto al periodista se mueven en la red cada vez más usuarios creando contenidos cada vez de mayor calidad, el ejercicio más profesional de  los derechos de información y de libertad de expresión recaen sin duda, en la labor periodística.

Os invito a leer un post anterior .sobre derecho de información versus libertad de expresión que recoge junto a su articulación constitucional, la configuración de estos derechos – objetivo uno, y subjetivo el otro- que puede resultaros de interés.

La verdad ha sido y será siempre el mayor compromiso ético del periodismo, luchar por conseguirla, contrastando toda la información ha de ser el mayor empeño profesional del buen periodismo.

El Tribunal Constitucional señala que para considerar una noticia veraz no necesariamente ha de identificarse la misma con ser absolutamente cierta, porque en ocasiones el conocimiento de la verdad material a la que puede llegar el profesional es limitada; por lo que el Alto Tribunal considera que basta con que el periodista haya utilizado la mayor diligencia posible para contrastar la veracidad de esa noticia. Ha de tratarse de hechos noticiosos, de interés público y veraces para que prevalezca el derecho a la información frente a cualquiera de sus límites constitucionales.

El TC sostiene respecto a esos límites constitucionales que no existen derechos fundamentales absolutos ni límites absolutos al referirse al posible conflicto entre la libertad de información y el derecho al honor, intimidad, propia imagen, protección de la juventud y la infancia (art. 20.4 CE) en cuya encrucijada trabaja diariamente el periodista en la ardua labor de informar a la ciudadanía.

En ese ejercicio de investigar y difundir informaciones en ocasiones puede cuestionarse si se está produciendo, cuando se carece de consentimiento del afectado, una intromisión en la vida privada de aquella persona sobre la que se informa. En estos casos debemos valorar si nos encontramos ante una noticia de interés público o en una mera intromisión gratuita. Saber distinguir cuándo una intromisión es legítima o no según la ley es fundamental por su interés profesional.

El periodista ha de tener siempre presente que existe el derecho de réplica de los afectados por sus noticias, los cuales pueden ejercer su derecho a la rectificación dirigiéndose al Medio de Comunicación.

Siempre trabajando bajo el prisma de no llevar a cabo esas intromisiones gratuitas en la intimidad, el periodista debe ser especialmente cuidadoso cuando tratemos situaciones de aflicción o dolor, enfermedades, o victimas de delitos o accidentes. Evitando aquellas intromisiones que no revistan interés público y que dañen su intimidad en situaciones sensibles, así como proteger datos de carácter personal para evitar posibles sanciones.

En temas judiciales es de rigor tener absoluto respeto tanto a elementos de fondo, como el respeto a la  presunción de inocencia, pues todo el mundo es inocente mientras no se dicte una sentencia firme de condena en su contra, o evitar comentarios discriminatorios o vejatorios; como al cuidado de elementos de forma, como puede ser todo lo relativo a la manera más correcta el término presunto

Y desde luego, siendo consciente de que las informaciones y opiniones periodísticas podrán dar lugar a juicios paralelos en asuntos subiudice.

El periodista también deber respetar en todo caso el derecho a no contestar preguntas que tiene el entrevistado, así como, el off the record cuando se solicita expresamente al periodista o se deduce de la voluntad de dicho entrevistado; pues, el periodista ha de utilizar métodos lícitos para conseguir su información.

Estos son algunos rasgos éticos de la profesión periodística; pero, si de verdad buscamos un código deontológico, tenemos que remitirnos a la Federación de Asociaciones de Prensa de España (FAPE) como código FAPE del periodismo, que en realidad puedes encontrar resumido en 7 reglas de oro.

No olvidemos que detrás de un código deontológico, tenemos al periodista; así queya  seas periodista digital, televisivo, de radio, o de prensa escrita, procura hacer con tu trabajo periodístico, como dijo  Gabriel García Márquez, “el mejor oficio del mundo”.

 

 

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