7 Reglas de oro del periodismo

El periodismo exige cada día un mayor compromiso profesional con la verdad, la ética y la responsabilidad. Todo ello puede reducirse a 7 reglas de oro.

Todo periodista ha de cumplir estas 7 competencias profesionales:

1.- El respeto a la verdad.

El periodista será profesional y ético, respetará la verdad, contrastará las fuentes, evitará utilizar material engañoso o falso y corregirá sus errores con idéntico despliegue audiovisual

2.- Ejercer los derechos informativos con  honestidad.

Defenderá su derecho a investigar y difundir con honestidad la información, protegiendo el derecho de las personas a estar informadas.  Distinguirá sus informaciones de opiniones o publicidad

3.- Respetar los derechos ajenos.

Respetará en su labor profesional los derechos al honor, intimidad, propia imagen,  juventud e infancia, siendo consciente de que sólo el interés público serán permisibles ciertas intromisiones en la vida privada ajena sin el consentimiento del afectado.

4.- Proteger especialmente a los menores.

Se abstendrá de grabar, entrevistar o fotografiar a menores en el ámbito de su privacidad o en informaciones relativas a actividades delictivas.

5. Comprometerse con el respeto de los derechos de autor.

No vulnerará los derechos de propiedad intelectual ajenos en el ejercicio de su trabajo.

6. Utilizar métodos dignos y actuar con rectitud profesional.

Utilizará métodos dignos para obtener su información, respetando el derecho a no responder a sus preguntas, así como el off the record de los entrevistados cuando así se lo pidan o se derive de la voluntad de dicho entrevistado o informante.

No aceptará retribuciones por falsear la verdad u orientar opiniones, ni se aprovechará de informaciones financieras antes de su difusión general.

7.- Abanderar el principio de presunción de inocencia.

Un buen periodista asumirá que todo el mundo es inocente mientras no se demuestre lo contrario, y evitará todo tipo de discriminación por razón de raza, religión, sexo,  origen social o enfermedad; así como, las expresiones vejatorias.

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