TIN y TAE, yin y yang de los productos financieros

Distinguir entre el TIN y el TAE no siempre es fácil y su importancia varía según nos refiramos a una cuenta normal de depósito o a un préstamo. Te revelamos el misterio de este yin y yang financiero.

Existen 2 normas básicas:

a.- En depósitos nos destacarán el TAE; pero, hay que atender al TIN.

b.- Y en préstamos nos destacarán el TIN; pero, hay que atender al TAE.

No es tan complicado como parece.

1.- En depósitos.

Lo primero que tenemos que saber es qué es el TAE, estas siglas significan Tasa Anual Equivalente Anual, y en realidad es una tasa que computa los intereses que han creado tus depósitos a lo largo del año. Una información que siempre aparece cuando vamos  a contratar un producto bancario.

Pero, esta tasa, el TAE, va unida al TIN,  o Tasa de Interés Nominal, la importante si hablamos de depósitos, pues es en realidad el interés real que tu entidad bancaria te dará por tu dinero depositado.

Un TAE sin conocer el TIN apenas ha de decirte nada. Porque si ambas tasas son anuales – el TAE siempre lo es-, y  también lo es el TIN, este es el único caso en que tu banco aplica ese interés a tu dinero una vez al año, con carácter anual, y por tanto, ambas tasas coincidirá; pero, si no es así, el tema no es tan sencillo como nos lo pintan en la publicidad bancaria.

Así, si percibes intereses cada tres meses, o en cualquier caso, más de una vez al año, el TIN siempre será inferior al TAE, porque el TAE sumará esos intereses ganados a tu capital cada fin de periodo trimestral como base para el siguiente periodo del que derivarán nuevos intereses, como  una reinversión, por lo que, en definitiva siempre se te aplicará un  TIN inferior, que es lo que en realidad va a fijar la cuantía de nuestros intereses, los realmente percibidos.

La publicidad nos habla de TAE porque es una cifra mayor – salvo en devengos de intereses anuales- debido a que considera el interés nominal, las comisiones , gastos bancarios y los plazos, a la hora de calcular qué obtendrás como cliente por tu depósito o en tu cuenta.

Así que, te interesa conocer el TIN si quieres saber en realidad qué interés tendrás en esos intereses parciales, para ello sólo tienes que dividir el TIN entre doce meses y multiplicarlo por los periodos en los que vas a recibir intereses; es decir, si son trimestrales por 3, cuatrimestrales por 4, y así sucesivamente. Eso será lo que en realidad percibirás en esos periodos de vencimiento de intereses inferiores al año.

Recuerda, el TIN en cuentas bancarias y depósitos suele ser siempre inferior al TAE, por eso centran la publicidad de depósitos en lo más atractivo, un número mayor referido a nuestros intereses, el TAE, lo que hace que el consumidor poco avezado en temas bancarios crea que la rentabilidad de sus ahorros va a ser mayor; así, para no sentirte engañado calcula el TIN antes de contratar, y si no te gustan las matemáticas ni siquiera hagas operaciones, no te compliques, puedes encontrar en muchos buscadores calculadoras que te darán online el valor del TIN si conoces el TAE, ésta será tu mejor orientación para conocer la realidad de lo que te están ofreciendo.

2.- En préstamos.

El tema cambia si de lo que hablamos es de préstamos, ya sean personales, de consumo o hipotecarios, porque en estos casos nos destacarán el TIN en la publicidad; pero, lo importante es saber el valor del TAE como coste de esa operación financiera.

 El TAE será la rentabilidad a final de año de la operación crediticia, o dicho de otro modo el coste de esa operación financiera, e incluye esos gastos, comisiones e interés a los que nos referíamos antes. En líneas generales, está formada por 2 conceptos: el TAE de apertura (gastos de tramitación de la firma de una operación crediticia) y el TAE de cancelación de créditos, ya sea total o parcial dicha cancelación.

El TAE es de obligado anuncio en los productos financieros por imposición del Banco de España. Aquí las comisiones mayores son en los préstamos personales por ser los de más riesgo para la entidad bancaria y donde encontramos mayores diferencias del TAE con el TIN.

El TIN en el caso de préstamos sigue siendo el interés anual que hemos pactado con el banco para que nos preste ese dinero, en realidad es lo que nos cobran por disponer de ese dinero contabilizando el capital inicial sin intereses que se van generando en fases anteriores del préstamo.

Como préstamos el TIN suele ser inferior que el TAE en este caso el mayor atractivo publicitario en préstamos se centra en el TIN, por lo que, no hay que dejar de ser precavidos con lo que se firma y conocer el TAE.

TIN y TAE, yin y yang del mundo financiero, un pequeño trabalenguas que no has de olvidar cuando pienses en tu dinero.

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