Son muchas las personas que no solicitan el cobro de un seguro cuando fallece un familiar, simplemente, por desconocimiento de que existe. Y sin embargo, cobrarlo puede ser muy fácil si sabes cómo hacerlo.
Muchas personas tienen suscritos seguros y ni siquiera lo comentan, y menos mencionan si en sus condiciones incluyen o no cobertura en caso de fallecimiento.
Por ello, son 3 las preguntas a hacerse en estos casos:
1.- ¿El fallecido tenía suscrito algún contrato de seguro?
2.- ¿En alguno de ellos el fallecimiento estaba cubierto?.
3.- ¿Qué hacer?
Si el interesado nada puede contarnos ya, y buscar entre sus documentos puede ser una tarea sin fin, el modo de saber si había seguros suscritos es un método sencillo y oficial, hay que recurrir a investigar aquí.
Si descubres que existe un seguro y que cubre el fallecimiento, como beneficiario del seguro dispones de 5 años para reclamar a la aseguradora la indemnización.
Será preciso realizar ante la compañía aseguradora la declaración del siniestro, y tendrás que aportar :
1.- Certificado literal del defunción, que se obtiene en el Registro Civil.
2.- Certificado de últimas voluntades, que se obtiene en el Ministerio de Justicia.
3.- Copia del testamento si existe, que se obtiene en la Notaría en que se otorgó.
4.- Documentos acreditativos de la identidad de los beneficiarios, generalmente libro de familia y tu DNI.
5.- Liquidación del impuesto de sucesiones (plazo de 6 meses desde el fallecimiento)
La póliza incluirá la designación de los beneficiarios y ello te acreditará para cobrar la indemnización. Dicha designación puede haber sido mediante documento expreso del tomador del seguro, por clausulado que haga referencia a herederos legales como beneficiarios o bien mediante disposición testamentaria.
Espero que si descubres ser beneficiario de un seguro, lo descubras gracias a este post 🙂