ADOLFO SUÁREZ o la sonrisa de un Presidente.

El primer presidente de la democracia española ha fallecido ayer en la Clínica Centro, tras una semana ingresado por una afección respiratoria que finalizó con su vida.

Tras el velatorio privado de ayer para familia y amigos, hoy su féretro será llevado hasta el Congreso de los Diputados para rendir homenaje al que fuera el primer presidente de la democracia.

Es la tercera ocasión en la que el Congreso se abre como capilla ardiente, anteriormente lo hizo, el 27 de julio de 2007, por el fallecimiento de Gabriel Cisneros, uno de los padres de la Constitución, y el 4 de mayo de 2008, por el presidente Calvo Sotelo. Hoy 24 de marzo de 2014, será Adolfo Suárez el que será velado en el Salón de los Pasos Perdidos.

La capilla ardiente se abrirá a las 10 de la mañana, cuando su féretro llegue allí escoltado por Policía y Guardia Real por la Carrera de San Jerónimo.

Un piquete de honor compuesto por 8 militares le subirán a hombros por la escalera principal, entrando a la Cámara Baja por la popular puerta de Los Leones.

Allí será recibido por el actual presidente del gobierno, Rajoy, el presidente de la oposición, Rubalca, y por tres expresidentes de la democracia, Zapatero, González y Aznar.

Está previsto que los primeros en llegar sean los Reyes y la Infanta Elena, amiga personal de los hijos de Suárez; los príncipes de Asturias llegarán por la tarde, pues se encuentran en Bilbao asistiendo al funeral del Alcalde de aquella ciudad.

El Rey impondrá hoy a título póstumo a Adolfo Suárez el collar de la Real Orden de Carlos III, sobre un cojín de terciopelo a los pies del féretro y, según a anunciado hoy la Alcaldesa de Madrid, será nombrado hijo predilecto de la capital.

El velatorio se abrirá al público a las 12 de la mañana, si bien, ya a las 9 de la mañana podía verse la larga cola de personas esperando para entrar a lo largo del Paseo de la Castellana.

Se han decretado tres días de luto nacional y las instituciones tendrán la bandera a media asta. Y está previsto que mañana se traslade su cuerpo a Ávila, su tierra natal, para sus exequias.

Sólo coincidí con él una vez en un acto académico al que invitó un profesor hace unos 12 años, no le conocía personalmente y me le presentaron; pero, recuerdo que me estrechó su mano con fuerza y con una enorme sonrisa; típico de los políticos, pensé, esto de estrechar manos.

Pero, su sonrisa seguía ahí frente a mí, y la sensación de sinceridad de sus ojos se transmitía de una forma contagiosa; de hecho, hasta que no esbocé una recíproca sonrisa, tanto al presentarse como al irse, no me soltó la mano.

Ese día tuve la oportunidad de hablar con la persona tras el político; por eso, quizá de todo lo que le distinguía, en un día en el que todos los medios nos abruman con el currículum del presidente histórico que fue, hoy elijo quedarme con el recuerdo de  esa sonrisa, como el mejor homenaje a su despedida. Descanse en Paz.

 

 

 

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